asesoria

Cuando estamos empezando nuestro camino emprendedor es muy común que tengamos muchas dudas y queramos acudir a un experto para resolver nuestras dudas. Es por ello que podemos querer contar con la ayuda de una gestoría o de una asesoría. Muchas veces estos dos términos tienden a confundirse. Sin embargo, son dos conceptos y dos modelos de servicio diferentes. Vamos a conocer sus características Y principales diferencias.

Diferencia entre gestoría y asesoría: qué es una gestoría

La función principal de una gestoría es la de ofrecer servicios de gestión de administración a los empresarios, y también a particulares. Debido a esta especialización, el ámbito de su trabajo tiene que ver con todos los trámites administrativos que puede generar una actividad profesional, desde la facturación hasta el control de ingresos, nóminas, facturación, etc.

Generalmente, en las gestorías encontramos un perfil profesional central que es el del gestor. Este perfil viene dado por una prueba de acceso o una cualificación relacionada con una serie de carreras universitarias y estudios complementarios de gestoría. Pueden ser carreras como ciencias económicas, ciencias empresariales, derecho o ciencias políticas.

Hay que tener en cuenta que se cruzan aspectos diversos dentro de las tareas de la gestoría. Por ello, se recurre a personal cualificado en los diferentes ámbitos, o la especialización del gestor que tendrá que formarse también en ámbitos como la contabilidad y los entornos legales documentales.

Diferencia entre asesoría y gestoría: qué es una asesoría

En una asesoría fiscal lo que vamos a encontrar es la posibilidad de acceder a servicios de asesoramiento jurídico y fiscal. Generalmente se van a especializar en cuestiones como derecho financiero, tributario, legal y contabilidad.

Los trámites administrativos que suelen desempeñar las asesorías fiscales o laborales tienen que ver con tiene las obligaciones tributarias y laborales, por tanto, estos trámites se desempeñan en relación a la Seguridad Social o hacienda.

La asesoría no centra sus servicios en gestionar la evolución de procesos administrativos, pero sí lo hace tanto en la planificación de los activos económicos o laborales de la empresa, como en el aprovechamiento y optimización en ámbitos como la tributación, la financiación, etc.

En este caso no existe una cualificación determinada obligatoria para el profesional que ofrece sus servicios como asesor. Sin embargo, obviamente hay algunos perfiles profesionales más orientados a este tipo de servicio que otros. Además a la hora de contratar una asesoría fiscal obviamente es importante valorar su trayectoria, la profundidad de sus servicios y la relación coste/calidad del servicio ofrecido.

Por otro lado, no hay que confundir los entornos profesionales y la prestación que pueden llegar a ofrecernos. La asesoría fiscal puede ser simplemente imprescindible a la hora de evitar futuros problemas legales respecto a la tributación, así como para mejorar nuestra relación administrativa con hacienda. Esto es algo clave para todo tipo de empresas, pero especialmente importante en el caso de las pymes y los autónomos.

En definitiva, aunque pueden surgir dudas al respecto derivadas de un entorno profesional similar, las diferencias entre asesoría y gestoría son bastante claras. La gestoría, como su nombre indica se especializa en la gestión administrativa. Por su lado la asesoría fiscal o la asesoría laboral se especializan en el asesoramiento tributario y contable o laboral respectivamente.

Rubén García

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