marca profesional

Cuando pensamos en la creación de una marca profesional, muchas veces tendemos a centrarnos en la representación visual. Es muy común que se nos venga a la mente el logo, por ejemplo. Pero la verdad es que hay mucho más detrás de la creación de una marca.

Se trata de un camino que empieza desde lo profundo y va materializándose poco a poco. Y la definición visual es solo una parte del conjunto. Muchos negocios se centran tan solo en ella y se olvidan del resto. Sé listo y no caigas en ese error. Empieza desde el principio, paso a paso para conseguir un diseño web profesional de éxito.

Qué es una marca

Antes de nada, me gusta definir una marca como la opinión que otras personas tienen sobre un negocio.

No te hablo de colores ni de logotipos, sino de emociones. Esa es la clave. Y no es algo que tu controles al cien por cien. Tu puedes pretender transmitir algo, pero la marca realmente es lo que llega al que está enfrente. Así que debes saber transmitir tu potencial para que no se pierda en el limbo entre tu y tu cliente ideal.

Piensa en tu marca como un árbol. Si tu árbol tiene una raíces fuertes y profundas, crecerá sano y las hojas acabarán por salir, habrá fluidez. Si las raíces son débiles y superficiales, al menor golpe de viento el árbol entero caerá, no importa cómo sean sus flores de bonitas. No dejes que tu marca sea un árbol repleto de flores pero sin raíces, y empieza construyendo una base potente que aguante el paso del tiempo.

Y me dejo ya de poesía. Voy al grano, paso a paso.

1. Arranca con certeza

Volviendo al símil del árbol: planta la semilla que quieres plantar. No tiene sentido que plantes un eucalipto si quieres manzanas, ¿no crees?

De entre todos los negocios que puedes crear, elige el tuyo, el que te gusta y en el que puedes aportar valor en el mercado. Si aún no lo tienes claro, dedícate un poco de tiempo para conocer mejor qué se te da bien y a qué quieres dedicar tu tiempo. Vas a echarle muchas horas, así que asegúrate de que las vas a disfrutar.

¿Lo tienes claro? Bien, sigo.

2. Bases

– Sienta las bases.

Antes de avanzar, debes saber de dónde vienes. Vuelve la vista atrás y encuentra los momentos clave que han configurado tu recorrido. Plasma todas las referencias y experiencias sobre las que se basa tu negocio. Encuentra sus fundamentos.

Es un proceso bastante personal. Tanto si tu negocio es unipersonal como si está formado por un grupo, hay que empezar mirando hacia adentro.

Por ejemplo, si estás creando un negocio porque lo que hacías antes no te llenaba, no puedes obviarlo, es un hito clave en tu proceso. Reconócelo como parte de la creación de tu negocio. Piensa qué te gustaba y qué no de tu situación anterior, qué te deprimía, qué buscabas con el cambio, …
Esas búsquedas y factores determinantes van a marcar la personalidad de tu marca.

Te recomiendo leer: 4 Fracasos de Startups y qué aprender de ellas.

– Define tus valores.

Los valores son esos conceptos que hacen que un negocio sea lo que es, y que si se modifican, el negocio cambia. Vienen directos de las bases que has establecido.

Son esas cosas a las que no piensas renunciar pase lo que pase y que defenderás sobre todas las cosas.

– Conoce muy bien a quién te diriges.

La clave es conectar con tus potenciales clientes. Necesitas conocer quién es, qué quiere, qué le preocupa, qué le motiva, cuáles son sus problemas o frustraciones. Ahí es donde está tu punto de conexión. Tu vas a ayudarles a resolver sus problemas, no lo olvides. Tu les ofreces una transformación con tu producto o servicio. Y para encontrarle tienes que moverte donde está él.

– Define tu propuesta de valor.

Da una solución a sus problemas y deja claro qué es lo que te hace diferente y único, por qué deberían elegirte a ti frente a otros. Empieza por la solución a sus problemas y luego ve a los beneficios, a lo más racional. Esta propuesta de valor resúmela sintetízala y lánzala cada vez que puedas, ya sea en tu web, folletos, etc.

3. Objetivos

Define para qué haces lo que haces y por qué.

El para qué habla de lo que ofreces en tu negocio para solucionar los problemas de tus clientes.

El por qué habla de tu gran motivación, la transformación que vas a ofrecer con tu producto o servicio. El cambio que van a obtener otros al contratarte, ese debe ser tu por qué.

Responder a estas dos preguntas no es fácil. La buena noticia es que, una vez que lo tengas claro, es un arma genial para conectar con tus clientes. Aprovéchala.

3. Nombre o naming

Qué vértigo da este paso siempre, ¿verdad? Bueno, no es fácil tampoco dar consejos para esto, pero te puedo dar algunas claves.

Si te has decantado por potenciar tu marca personal, creando un negocio entorno a ti mismo, puedes elegir tu nombre, real o modificado, no importa, pero un nombre que se identifique con tu cara.

En cambio, si vas a crear una marca de empresa, asegúrate de que sea fácil de recordar, tenga personalidad y suene bien. Como todo en la marca, buscas diferenciarte de tu competencia, así que intenta que sea original.

Además, debe tener su dominio “tumarca.com” libre. Si encuentras tu dominio libre pero el .com está ocupado, mi consejo es que no caigas en la tentación de cogerlo. Todos buscamos por defecto el .com, así que si alguien te busca, ese es el primer paso. No los dirijas a otro negocio gratuitamente.

Un buen truco para dar con el nombre es hacer una lluvia de ideas con tus palabras clave, tus valores, tu por qué, etc. Y empezar a jugar con ellas. Combina, mezcla, busca sinónimos, el principio de una con el final de otra, etc. Imaginación al poder, a nosotros nos salió IdeandoAzul. «I» de inconformistas porque nos encanta crear, diseñar y emprender. «A» de almas libres, porque siempre estamos pensando en volar para aquí y para allá

No se si debería decir esto, que quede entre nosotros. A mi me ayuda escapar de mi zona de trabajo y salir al sol a divagar, y si es con una cervecita, mucho mejor.

4. Elementos visuales

Si eres creativo, perfecto. Sino, otra opción es contratar a un diseñador. Con el trabajo previo que has hecho, le vas a facilitar la tarea, y seguro que el resultado es bueno.

Si te animas a meterle mano tu mismo. Recuerda que tienes que definir:

– colores corporativos.

– tipografías corporativas.

– logotipo.

– estilo de fotografías y/o ilustraciones que van a acompañar a tus textos.

5. Voz

Piensa en tu marca como una persona e imagina cómo se expresaría. ¿Habla como “yo” o como “nosotros”?, ¿se dirige a sus clientes como tu, usted o vosotros?, ¿usa un lenguaje coloquial o más formal?, ¿es divertido, emocional, directo,…?

En cada comunicación que hagas, procura ser fiel a tu marca y expresarte como ella lo haría.

Recuerda que se trata de transmitir. Ve a donde está tu público e inspírales para que tu mensaje cale en ellos y conecten con tu marca.

Puedes buscar inspiración en este artículo en el que te revelo cuatro tendencias de negocio.

Rubén García

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